La historia secreta de la crisis de gabinete y la última charla de Milei con Posse

El presidente recibió un informe y confirmó algo que le venía susurrando Sandra Pettovello: que Posse espiaba a todo el gabinete.


Por Marcelo Bonelli para Clarín

La pelea final comenzó hace un mes. Fue en una reunión frontal a solas entre Javier Milei y el ministro echado Nicolás Posse. El encuentro fue “a calzón quitado”. Un enfrentamiento de despechados amigos íntimos. Hablaron francos después de tantas batallas en el Grupo Eurnekián. Ocurrió un “cara a cara” duro. No se guardaron nada. Hubo reproches, insultos y maldiciones.

El encuentro lo conocieron pocos. El “núcleo” que rodea a Milei y alguna ministra que hasta duerme –a veces– en Olivos. Ellos dicen que la historia secreta fue brava. Milei le dijo: “No me jodas más con las internas”. Posse respondió: “Me tienen las pelotas llenas”. Fue antes del inicio de mayo. Unos días después en la intimidad del poder surgieron versiones de cambio de gabinete.

Clarín anticipó –en su edición del 3 de mayo– que ya Milei evaluaba un recambio de ministros. Santiago Caputo activó al “ejército de trolls” para decir que era mentira. Manuel Adorni desmintió y hasta Milei se subió a esa realidad virtual. Así lo dijo desde España: “Yo no sé dónde inventan y buscan con esas cosas”.

Pero la tensión entre Milei y Posse alteró a todos los ministros. Desde ese altercado ocurrieron cosas insólitas: le vaciaron las reuniones de gabinete a Posse. Milei dejó de concurrir y hasta un encuentro lo condujo “El Jefe”, Karina.

El vínculo estaba roto. Pero Posse seguía en el cargo: era el ministro que más vinculación –por decisión de Milei– tenía con EE.UU y el FMI. Posse vio tres veces al jefe de la CIA. Estuvo con Janet Yellen y Antony Blinken. Participaba –con Luis Caputo– de todas las negociaciones con el FMI y se tragó el sapo de Kristalina Georgieva: “No hay plata”. Por eso, en Washington están desconcertados.

Su principal interlocutor “caducó”. Marc Stanley elevó un memo de la crisis. En la UIA y Adeba estuvieron atentos a la crisis. Posse además -cinco días antes que lo desahuciaran- firmó en Washington un convenio de “alianza estratégica” con EE.UU. El ex ministro y – la bombero”- Diana Mondino regresaron eufóricos: ambos promocionaron el acuerdo institucional.

Pero la vuelta de EE.UU. fue fatal. Ocurrió algo definitivo entre ese fin de semana y el show que dio el Presidente en el Luna Park. En esos cinco días, Milei recibió un informe y confirmó algo que le venía susurrando Sandra Pettovello: que Posse espiaba a todo el gabinete. Pero en este caso fue peor: confirmó que se atrevió a hurgar en la vida íntima y privada de Karina.

Fue “roja directa”. Furiosa, “La Jefa” se encargó de desangrarlo: no lo invitó al Luna Park y le dio su entrada a Yuyito González. Después en el Tedeum el locutor oficial “se olvidó” de mencionarlo.

Santiago Caputo transmitió una orden a su equipo comunicacional de aduladores: “salgan a matarlo, lo que hizo fue grave”. La obsesión de Posse por las escuchas viene de lejos. La primera decisión fue entregar un “teléfono encriptado” a todos los ministros. Todos sospecharon y la mayoría no lo usaba: tenían pánico de quedar escrachados.

Ahora lo tienen de souvenir. Después intentó cambiar a los jefes de custodias de varios colegas. Habría preservado a su socio de correrías Luis Caputo. Un papelón y crisis de gabinete. Dicen que Posse promete venganza: tendría listos “carpetazos”.

Mauricio Macri fue el primero en alertar a varios ministros de las “tareas ilegales” de su archienemigo. Posse nunca le perdonó –cuando estaba en Aeropuertos– el destrato que sufrió de Guillermo Dietrich. En los albores del gobierno, Macri lo hundió: “Sandra, tengo constancia de que Posse te espía”. Sandra era Pettovello. Ahora, el expresidente se distanció. La pelea con Patricia incluye una bomba política: Mauricio va a salir a diferenciarse de Milei, después del Senado. Macri maldice: “Tenemos gente muy capaz y Milei pone a todos pelotudos”.

Patricia cree que juega con fuego. Fernando De Andreis la amenazó: no van a dejar que Bullrich presidida la asamblea del partido. “Pato” contragolpeó: “Vamos a la guerra”. Milei la avala. Posse –desde la pelea con Milei– tenía una fuerte interna con el joven Caputo. Santiago lo acusaba de “la pésima” gestión de la Rosada. Posse replicaba: “Santiago empantana todo para priorizar el relato”.

El “Tommy Shelby” local -Caputo admira e imita al “jefe” de Peaky Blinders- propició una teoría rara: que no prosperen las cosas del Gobierno, para seguir culpando a “la casta” de los problemas irresueltos. Caputo ya piensa en la elección del 2025: José Espert sería candidato en PBA y Manuel Adorni en CABA. Caputo varias veces expuso su teoría y tuvo un duro cruce en el gabinete. Una ministra pidió fondos para gestionar y Santiago retrucó: “¿Y quién te dijo que estás acá para gestionar?”.

Milei está furioso con los senadores. En privado habla de “ratas y cucarachas”. A Martín Lousteau le dice “jabonoso” y su entorno destrata a Victoria Villarruel: “bicho cruel”. Pero en público convoca al pacto. Esta semana en California –los capos de los unicornios mundiales– volvieron a pedir, lo que reclaman los “lobos” de Wall Street: gobernabilidad y que haya aval del Congreso. Hasta ahora las “Bases” se aprobarían en general, pero licuarán el contenido.

El último -destemplado- domingo, Milei convocó a Guillermo Francos a Olivos. A solas le ofreció la Jefatura de Gabinete. Seductor, dijo: “Sos ideal y no puedo esperar. Hay que hacerlo ahora”. Francos respondió: “Javier, acepto el desafío”.

Francos sabe que recibirá muchos “puff”. En el Puerto -por ejemplo- Posse consolidó lo que se llama el “Club de Puerto” y decidió mantener una irregular prórroga de contratos que beneficia a dos compañías. Otro escándalo de corrupción que afectaría Alberto Fernández, que sacó el decreto en vísperas de su salida.

Francos –tiene experiencia y diálogo– se comprometió ante Milei a mejorar la gestión. Hará todo exactamente al revés de Posse. El “blooper” de Toto Caputo con las prepagas fue fenomenal y otro ejemplo de fallida administración. Encarnó un “Robin Hood” moderno y reclamó por los abusos a la clase media. Pero al final fue ridículo: devolverán recién el dinero en 12 cómodas cuotas.

Ahora, “Toto” vive preocupado por la caída en la actividad. En mayo, el consumo eléctrico fabril cayó un 13 %. Pero a pesar del parate, hay fuerte “tensión” energética. Existen la nefasta herencia de Cristina y serios errores actuales de gestión: el sistema va a estar en tensión todo el invierno.

Las eléctricas advirtieron la cuestión. La relación ahora es horrible porque todas hicieron presentaciones que sugieren en la SEC de Manhattan que Caputo hizo un default. En enero -antes de la ruptura- los “popes” de las eléctricas tuvieron un encuentro con los jerarcas de la política energética: el ideólogo Carlos Bastos y Eduardo Chirillo.

Ambos descalificaron las advertencias: “Son lobistas alarmistas”. El dúo se alineó con Caputo. Dijeron que era prioritario el recorte y concluyeron: “Que las obras las haga el mercado”. Entre los Ceos circula un informe secreto y crítico. Así se titula: “Los errores del gobierno de Milei que provocaron la crisis energética que se vivirá todo el invierno”.

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